Hace treinta años, en un terreno baldío de un barrio tranquilo de Buenos  Aires, apareció descuartizado y quemado el cadáver de una adolescente.  La investigación se cerró sin culpables y su familia -de clase media  educada, formal y católica# silenciosamente se fue resquebrajando. Pero,  pasado ese largo tiempo, la verdad oculta saldrá a la luz gracias al persistente amor del padre de la víctima. Esa verdad mostrará con crudeza lo que se esconde detrás de las  apariencias; la crueldad a la que pueden llevar la obediencia y el  fanatismo religioso; la complicidad de los temerosos e indiferentes, y  también, la soledad y el desvalimiento de quienes se animan a seguir su propio camino, ignorando mandatos heredados. Como en Las viudas de los jueves, en Elena sabe y en Una suerte pequeña,  Claudia Piñeiro ahonda con maestría en los lazos familiares, en los  prejuicios sociales y en las ideologías e instituciones que marcan los  mundos privados, y nos entrega una novela conmovedora y valiente,  certera como una flecha clavada en el corazón de este drama secreto.