Una novela que no se parece a ninguna otra. Su protagonista, Christopher Boone, está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield. A sus quince años,  Christopher conoce las capitales de todos los países del mundo, puede  explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta  el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan  las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y  el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de  la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por  un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes -el modelo de detective  obsesionado con el análisis de los hechos-, sus pesquisas lo llevarán a  cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar  algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.